domingo, 12 de agosto de 2018

¡Gracias a Dios!


La historia de los nombres de los lugares es un estudio que puede encerrar historias muchas veces increíbles y otras risibles. El cuarto viaje de Colon, en 1502, fue el primero en tocar tierra continental centroamericana. Durante unas fuertes tormentas tropicales, típicas del invierno en el Caribe, Colón estuvo navegando por las alebrestadas aguas tratando de desembarcar en varias islas para refugiarse de los temporales, pero sin éxito debido a conflictos con los administradores locales en lo que antes fueron sus dominios. Hacia septiembre, Colón y su tripulación arribaron al Cabo Gracias a Dios, lo que actualmente es el departamento de Gracias a Dios en Honduras.

Playa de la costa oriental de la Isla de Utila, en el territorio marítimo de Honduras. Tal vez una de las muchas islas en las que Colón trató de desembarcar antes de tocar tierra continental. 

Cuentan los libros de historia y geografía de primaria de los años 60 y aún lo repiten las generaciones actuales, que, al finalizar esta travesía Colón exclamó: ¡Gracias a Dios salimos de estas Honduras! Desde entonces, así permanece el nombre del departamento más oriental de Honduras.

Abril de 2016, Honduras

El pino y la crónica de su muerte anunciada


Es enigmático pensar que un árbol que es considerado invasor y plaga en Colombia, es el árbol nacional de Honduras, el pino. Pero ésta fue sólo el primer entendimiento. Antes que todo, es justo aclarar que existen alrededor de 110 especies del género Pinus, nativas principalmente del hemisferio Norte y de donde México posee la mayor diversidad de especies. Así que el pino en si no es ni plaga, ni invasor, ni forastero en las tierras tropicales, puede más bien estar en el lugar equivocado, pues ha sido introducido ampliamente en tierras templadas (Colombia, Ecuador, y siguiendo hacia el sur hasta Chile) como recurso maderero. Evidentemente, recorriendo varios departamentos de Honduras, es notorio que es la especie más abundante, raramente se ve acompañado de otros individuos arbóreos y casi nunca por hierbas o arbustos. Hace honor a su denominación como “desierto verde”.


Actualmente hay una plaga que ataca el pino, que devasta regionalmente bosques enteros, casi por todo Centroamérica, un gorgojo es el culpable de la muerte de miles de individuos. La prueba fehaciente se refleja en largas extensiones de troncos derrotados en el suelo. Según cifras, las zonas afectadas alcanzaron a abarcar las 600.000 hectáreas entre 2012 y 2016 y se llegó a calcular que morían entre 40.000 y 60.000 pinos diarios. La solución necesita un abordaje regional, una estrategia que integre acciones transnacionales, algo realmente complejo en Centroamérica. Honduras optó por talar los troncos enfermos, sin embargo, esta medida no erradica la plaga de raíz y deja susceptible los bosques ante un nuevo brote., proclive a ocurrir en periodos de estrés hídrico (ausencia de precipitación) más recurrentes con la variabilidad climática.

Este fenómeno puede convertirse en el inicio del declive del pino como especie dominante en Honduras, en la crónica de una muerte anunciada si no se establecen medidas preventivas en vez de correctivas para salvar estos bosques.

La Esperanza, Intibucá, Honduras. 26 de abril de 2016


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