jueves, 13 de octubre de 2022

The importance of dying

Die
Die fast
Die slowly
Die at home
Die in another land
Die doing
Die still
Die old
Die young
Die always.

Go down to hell.
Look death in the eye.

Die
Make sure you die every day.
Because there is nothing more natural than death.
Bury your inert being.

Because only dying can remind us of the beauty of mortality.
Because light is appreciated after darkness.
Because food tastes better after hunger.
Because we forgot the wonderful wonder of being alive.

Die
But resurrect every time you do.


Across Germany, October 2022


To die and be born again in the Hindu cremation ceremonies on the banks of the Bagmati River, Kathmandu (Nepal)

La importancia de morir



Muere
Muere rápido
Muere lentamente
Muere en casa
Muere en otra tierra
Muere haciendo
Muere quieto
Muere viejo
Muere joven
Muere siempre.

Baja al infierno. 
Mira la muerte a los ojos.

Muere
Asegúrate de morir todos los días.
Porque no hay nada más natural que la muerte.
Entierra tu ser inerte. 

Porque solo morir nos puede recordar la belleza de la mortalidad.
Porque se aprecia la luz después de la oscuridad.
Porque la comida sabe mejor después del hambre.
Porque se nos olvidó el maravilloso asombro de estar vivos.

Muere
Pero resucita cada vez que lo hagas.  

Cruzando Alemania, Octubre de 2022


Morir y nacer otra vez en las ceremonias de cremación hinduistas a orillas del rio Bagmati, Katmandu (Nepal)

domingo, 9 de octubre de 2022

Reunions

A distant geography
that bleeds

Arturo Alape


Infinite reunions in the center of Katmandu

Cradle of lonely exile.
Light that blinds the blind.
Cold of penetrating breath
with insane perfume
Attraction to your senselessness.

I'm looking for inside you
places that no longer exist,
Following footprints I once left,
of blurred and sad memories.
Of a space devastated by time.
Past and memories of covered effect.

I keep longing for you
Crying out for the voices you left me,
and they are already gone.
You devoured my dreams.

We still speak the same language
and you do not abandon me with my loneliness.
My first love.
I drowned inside you.

Although you only seem
concrete and mazes,
We can keep walking hand in hand.
Now that I find the essence of your depth.
We are not that different.
It's not you, it's my eyes.
I am another too
alterego of your demons.
Complement of your rebirth.

Thank you for teaching me to walk again,
from your sad steep slums
to the opulence of your European northern.
For seducing me from the cloudy sky,
that announces the cold of your Dorado duel.

Although you exist in prolonged distance,
although you censor my walls with paint,
and banish me with violent anger.
Although you break your endless promises,
and expel your children into exile from boredom.

You are mine as I am yours.

We were together around the world
in the suffocating foreign passion,
and in the immense sea of monotonous apathy,
between sweet water of thirst I died.

To you I had to return
because everything was in you
You were no longer what overwhelmed me.
The forgotten island in the stagnant evolution.

You have a little bit of everyone.
The irreparable chaos of Kathmandu,
and the dirty and genuine aesthetics of Berlin.
The frenetic Mondays of Stockholm,
and the anonymous voices from the walls of Athens.
The variegated aroma of the slopes of Naples,
fused with the exhilarating adrenaline of San Salvador.
The bohemian corners of Buenos Aires,
and the forgotten desolation of Potosí.
In every place, a taste of you.

It was always you and me in the city.
Days and nights between footsteps and alcohol,
cold mornings of white smoke.
In the psychedelic circus of modernity,
lust and dissolution in your darkness.

Thirty-six hour days
wandering between thoughts and revolutions.
The acid going up the spine.
Climax of words never mixed,
and of almost convulsed ideas.

For your delicate and artistic balance.
For the furtive and clandestine "my love".
Because you have known how to be reborn every day.
Because I carry you even in my corroded skin.

Because I am all that,
that I find in you when I return.
Because what I wrote, I did it yesterday,
and because 5 years without your fire are heavy.
I will always come back to you Bogotá.

Gosaikunda Lake, Himalayas, Nepal. September 2022

Reencuentros

Una lejana geografía
que sangra

Arturo Alape



Reencuentros infinitos en las calles de Katmandu



Cuna de solitario destierro. 
Luz que enceguece a los invidentes.
Frío de aliento penetrante
con perfume demente.
Atracción a tu insensatez. 

Voy buscando en ti
lugares que ya no existen,
Siguiendo huellas que alguna vez dejé,
de memorias borrosas y tristes.
De un espacio arrasado por el tiempo.
Pasado y recuerdos de efecto cubierto.

Te sigo anhelando. 
Clamando por las voces que me dejaste,
y que ya se han ido.
Devoraste mis sueños. 

Aún hablamos el mismo idioma,
y no me abandonas con mi soledad.
Mi primer amor.
Me ahogué en tu interior.

Pese a que solo parezcas
concreto y laberintos,
podemos seguir andando de la mano. 
Ahora que encuentro la esencia de tu profundidad. 
No somos tan distintos.
No eres tú, son mis ojos. 
Yo soy otro también,
alterego de tus demonios.
Complemento de tu renacer. 

Gracias por enseñarme a caminar de nuevo,
desde tus tristes tugurios empinados
hasta la opulencia de tu europeo norte. 
Por seducirme desde el nublado cielo,
que anuncia el frío de tu Dorado duelo. 

Aunque existas en prolongada lejanía,
aunque censures con pintura mis muros, 
y me destierres con violenta ira.
Aunque rompas tus inacabables promesas,
y expulses de tedio a tus hijos al exilio. 
Eres mía como yo tuyo. 

Por el mundo estuvimos juntos, 
en la asfixiante pasión extranjera, 
y en el inmenso mar de la monótona apatía, 
entre agua dulce de sed moría.

Contigo tuve que volver,
porque en ti estaba todo.
Ya no eras eso que me agobiada.
La isla olvidada en la evolución estancada. 

Tienes un poco de todo el mundo. 
El caos irreparable de Katmandú, 
y la sucia y genuina estética de Berlín.
Los lunes frenéticos de Estocolmo,
y las voces anónimas de los muros de Atenas.
El aroma abigarrado de las pendientes de Nápoles, 
fusionado con la adrenalina estimulante de San Salvador.
Los rincones bohemios de Buenos Aires,
y la olvidada desolación de Potosí.
En cada lugar, sabor a ti. 

Siempre fuimos tu y yo en la ciudad. 
Días y noches entre pisadas y alcohol,
madrugadas frías de humo blanco.
El en circo psicodélico de la modernidad,
lujuria y disolución en tu oscuridad. 

Dias de treinta y seis horas, 
divagando entre pensamientos y revoluciones.
El ácido subiéndonos por la columna.
Clímax de palabras nunca mezcladas,
y de ideas casi convulsionadas.

Por tu delicado y artístico balance. 
Por el furtivo y clandestino "mi amor".
Porque has sabido renacer cada día.
Porque te llevo hasta en mi piel corroída.

Porque yo soy todo eso,
que encuentro en ti cuando regreso. 
Porque lo que escribí, lo hice ayer,
y porque 5 años sin tu fuego pesan. 
Siempre volveré a ti Bogotá.


Lago Gosaikunda, Himalayas, Nepal. Septiembre de 2022