sábado, 25 de marzo de 2017

Leer para no dejar que los cadáveres descansen en paz

Esta es la más crítica de las posiciones que un lector puede tomar frente a un texto, pues aquí, se pretende reciclar el pensamiento de una época para adaptarlo a un contexto actual y construir un nuevo concepto. Por ejemplo, cuando los estudiantes de alguna clase de antropología política leen a Engels y su ensayo El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, están remembrando ideas de una Europa post-revolución industrial tratando de entenderlo en el contexto de la Bogotá del siglo 21. Ante este tipo de problemas, los cuales solo puede evidenciar un lector con posición analítica surge otra respuesta a la pregunta “¿Para qué leer?” y es “leer para poder entender el entorno actual”. De esta manera, si se desea dar una de tantas razones a este cuestionamiento, todo puede concluir en que se lee para aprender significativamente, reconstruyendo permanentemente lo que sabemos y como lo aplicamos a nuestro contexto. Así, es necesario, primero “no dejar descansar en paz a Engels” trayéndolo a la modernidad y entendiéndolo, después dejarlo morir en paz y tomar la posición de escribir acerca de las relaciones sociales del materialismo histórico desarrollado en un Transmilenio o en una plaza de mercado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario