Casi cincuenta días han pasado
desde “cuando me di cuenta”,
y el transcurrir del tiempo se ha hecho
pesado y soso, vano, vacío, trivial, insulso.
Y podría seguir contándote amigo,
los epítetos despreciables
que se despiertan en mis vísceras
y fluyen hacia el éter,
contaminando y desgarrando ilusiones,
deseos y pasiones;
que a diario llena mis vacíos de más vacíos.
Existen tantos espacios a donde correr
y ninguno que soporte la levedad de la voluntad.
Aquí sigo esperando a que el devenir decida mi suerte.
Febrero
3 de 2015, Bogotá
Redefiniendo viejas sensaciones?....jajajajaj...me encanta ese concepto "cuando me di cuenta"...Andres cada vez escribes mejor...solo que cada vez cosas más tristes, espero con ansia la siguiente estación..
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